viernes, enero 11

Blah, blah, blah

No debería importarme porque es lo que todos dicen, 'no le des bola', pero me importa igual. Porque hablamos de alguien que yo consideraba amigo, alguien que era importante para mí. Y sí, me importa, demasiado y suficiente como para hacer una entrada en este blog. Aunque esto sea por mí.
¿Viste cuando ves algo mal? pero sentís que te lo podés bancar, entonces esperás a que se arregle por si solo. Bueno, ese era mi caso. Veía que no le importaba un carajo cómo estaba yo pero pensé que era parte de la rutina, que si realmente lo necesitaba, ahí iba a estar. Bueno, no. Este año me enteré de algo groso, algo que realmente es jodido. En el medio de la desesperación por una puta demostración de afecto, se lo dije... y se fue. No me dijo nada y se fue porque estaba cansado che.
Ponele que esta es la parte más jodida, bueno, yo la pelotuda universal, me dije, una última oportunidad. E intenté que en el día de mi cumpleaños me recompensara algo. Bueno, no. Él siguió siendo la importancia del día, él siguió siendo su centro, le chupó todo un huevo y yo me cansé. Y todo el mundo me dice que soy una tarada, que lo tendría que haber mandado al carajo antes y que él se va a quedar solo. Pero bueno, le tenía fe, al caso perdido le tuve fe porque me preocupa demasiado la gente, me preocupo más por ellos que por mí. Y no me creo nunca el no me merezco esto. Me creí que atrás de todo su bla bla bla, había algo, pero no.
Es tristísimo, parece que estoy hablando de un pibe cualquiera, de un noviecito, pero no, de un flaco que era mi amigo. Suena todo muy exagerado, pero ya no sé, ya es lo que me nace, ya me tiene harta y no sé como hacer para que me deje de importar porque siento mucha pena. I care way too much.

Canción del día: Metric - Help I'm Alive

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