lunes, abril 9

Stuck in the moment

La verdad es que tenía ganas de hacer una entrada de las mías, pero no iba a ser posible sin explicar estas idas y vueltas con el blog.
Bueno, me había hecho uno nuevo, para empezar desde cero, pero cuando me sentaba escribir en ese blog, en esa ventana, en esa url, no me sentía cómoda -sí, soy idiota-. No sé, no tengo la menor idea pero si se fijan... no aguanté más de 4 entradas, creo. Sin embargo, aquí estamos gente, o por lo menos yo estoy porque es obvio que mi blog no lo lee ni el gallo, pero son cosas que espero que puedan cambiar.
Me sube el ánimo escribir, así que es bueno volver a mis días. Hablando de mis días, voy a hablar de algo de lo que venía con ganas de reflexionar; mis días. Ese aire de estar en la computadora, chateando con dos o tres personas, acomodando el blog, twitteando, discutiendo con mi mamá cada tanto, música y más música, tener la carpeta abierta adelante mío esperando a que la tarea se haga por sí sola, usando facebook y poniendo me gusta en fotos de gente que desconozco. Mi vida. La verdad es que me gustaría cambiar la rutina, pero hacía mucho que no me sentía dentro de estos hábitos. Hace poco que empecé el colegio, hace poco que volvió la vida que vengo viviendo desde que tengo memoria. El verano fue extraño, no fue mi mejor verano, pero fue verano al fin.
Creo que esperaba más de este año, esperaba poder hacer las cosas que no hice antes, porque me iba a hartar lo suficiente como para llevar a cabo mis metas, hasta ahora sigo igual, todo sigue igual. Me molesta, me molesta no poder ser un poco más ordenada con mi vida como para decidir hacer las cosas por más que la vagancia me gane todo el tiempo.
Pero sí, el cambio está en mí. Si hay algo que cambiar, es a mí. Yo soy la que no está conforme, yo soy la que tiene que saber avanzar. Pero es que simplemente no tengo idea de como hacerlo. Tiempo al tiempo.

Canción del día
4 Real por Avril Lavigne

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